La Congregación de los Legionarios de Cristo reconoció que el sacerdote Fernando Martínez Suárez cometió abusos sexuales en contra de ocho niñas de entre seis y 11 años de edad, entre 1991 y 1993, en el Instituto Cumbres Lomas de Ciudad de México y Cancún. Te recomendamos: Actriz acusa de abuso sexual a padre de Legionarios de Cristo; indagan casoComo resultado de una investigación externa realizada por Praesidium, Inc., basada en entrevistas y documentos de archivo, la congregación relató que en 1990, una madre de familia denunció que su hija había sido abusada por el padre Martínez en las instalaciones del Instituto Cumbres Lomas de Ciudad México.
“El P. Martínez admite haberse acercado indebidamente a esta niña y, en consecuencia, es apartado del contacto con niños y adolescentes por el superior territorial. Se informa de los hechos al P. Maciel, entonces superior general. El P. Maciel decide mover al P. Martínez y nombrarlo director del Instituto Cumbres de Cancún en el verano de 1991”. Aunque, según el informe, el padre Martínez había pedido que no se le asignara a esta misión, al afirmar que “ni física, ni espiritual, ni moralmente me siento firme para aceptar una responsabilidad del género con todos los antecedentes recientes”.
Luego, entre 1991 y 1993, el sacerdote Martínez cometió abusos contra al menos seis niñas de entre 6 y 11 años en el Instituto Cumbres de Cancún que han sido plenamente documentados, aunque se acusó que siete niñas habrían sido víctimas, lo cual fue aceptado por el sacerdote. “El P. Martínez, interrogado por Praesidium y en la investigación interna, admite con pena y remordimiento los abusos contra menores cometidos durante estos años en Cancún”.
En 1993, los superiores informaron al padre Marcial Maciel, quien lo retiró de su oficio de director, por lo que fue trasladado a Salamanca, España en calidad de administrador del seminario de la Congregación en esa ciudad. Después de esa fecha no se tiene conocimiento de que haya cometido otros abusos. La Congregación señaló que con esta investigación se pudo comprobar la responsabilidad personal del padre Marcial Maciel, quien fue superior general hasta 2005.
“Como hoy consta, el P. Maciel abusó del P. Fernando Martínez en Ontaneda y Roma en verano y otoño de 1954, cuando tenía 15 años. Más adelante, aunque sabía que el P. Martínez a su vez había abusado, el P. Maciel decidió trasladarlo de un lugar a otro y, desoyendo las reservas del superior territorial y la petición del sacerdote, lo nombró director del colegio de Cancún. La comunidad y el colegio no fueron informados que el P. Martínez había abusado. Así el P. Martínez cometió abusos en al menos dos lugares diferentes”.
De tal forma, los Legionarios de Cristo pidieron perdón por los actos abusivos del sacerdote Martínez cometidos contra las menores de edad y lamentaron sus errores que aumentaron aún más el dolor de las víctimas, pero también se disculparon con el agresor, “como institución también pedimos perdón al P. Martínez por los abusos que él sufrió y por no haberle ayudado adecuadamente cuando salieron a la luz los abusos que él había cometido”.
Fuente: Milenio