Tijuana.-Durante un lapso de hora y media, tres de las líneas del puerto internacional Tijuana-San Ysidro permanecieron cerradas por oficiales del CBP ante una manifestación religiosa de migrantes que “pedían a Dios” que el gobierno de Estados Unidos les permita tramitar asilo político en esa nación.
Entre la molestia de viajantes que hacían fila y vendedores ambulantes que veían limitada su posibilidad de generar ingresos, los migrantes que pernoctan en el campamento asentado en El Chaparral, cantaban alabanzas y hacían oración al tiempo que mostraban pancartas solicitando ser escuchados en su petición.
Raúl Pineda, uno de los migrantes que se manifestó acompañado de su hijo de 2 años señaló tener un mes en Tijuana. Dijo no confiar en la autoridad local ni en la de su país de origen, Honduras. Reiteró que sólo pide ser escuchado.
Xiomara, una mujer hondureña que hace dos años llegó a México huyendo de amenazas de muerte en el país catracho. Cuando cruzó Tabasco, dijo haber sido secuestrada y obligada a trabajar para “alguien” y por esa razón, la autoridad mexicana no inició averiguación previa en su caso. Ella tiene un mes durmiendo afuera del Chaparral.
Una mujer guerrerense dijo huir de la violencia que azota ese estado mexicano. Al igual que los migrantes extranjeros considera que ya no es seguro permanecer en México porque teme por su vida.