Lozoya o el camino de la impunidad conduce a Atlacomulco o beber para legislar…
LA NOCHE DE LOS NAHUALES
Quisiera comprender a la justicia, pero no puedo. ¿Cuántos internos han presentado un estado de salud grave y nunca fueron llevados a un hospital fuera de la prisión para ser atendidos? Ni modo, tuvieron que aguantarse o morir en manos del médico de la prisión.
Sucedió con Elba Esther Gordillo. Acontece con Emilio Lozoya, hoy testigo protegido, bajo la figura del criterio de oportunidad, establecido en el artículo 257 del Código Nacional de procedimientos penales.
Por lo anterior, Lozoya no pisará la cárcel. Y así, todos los dedos apuntan ya al Grupo Atlacomulco: Peña, Videgaray; Calderón, Fox y uno que otro diputado que avalaron el daño patrimonial al país, vía corrupción, en algunas acciones en contra de la paraestatal Petróleos Mexicanos, PEMEX.
Por lo pronto, “El joven maravillas” descansa y es atendido a cuerpo de rey en un hospital privado en la Ciudad de México y quienes sueñen con verlo tras las rejas —sería una bomba electoral estruendosa y efectiva con miras al 2021— se quedarán con las ganas ya que se deberán respetar las condiciones que la FGR habrá aceptado junto a la solicitud de extradición del ex – funcionario peñista, uno muy simple, “criterio de oportunidad”, citado en renglones anteriores.
Supongo que si Lozoya Austin no pisa la cárcel, mucho menos lo harán quienes sí son los responsables de los delitos que se le imputan al ex – director de PEMEX. Los beneficiados por la Reforma Energética —ésa con la que se aseguró los precios bajos en combustibles, gasolina, gas y otros insumos— pueden respirar tranquilos ya que al joven maravilla reducido a ruiseñor —por su canto— es atendido, por lo pronto, por una afección sanguínea y un problema de esófago, probablemente producido por las úlceras gástricas con tanta presión de sus padrinos y acreedores políticos.
Cantar o no cantar, hablar o no hablar, acusar o no acusar, señalar o no señalar: he ahí el dilema.
El sistema de justicia penal en México, encabezado por el poder judicial y sus máximos representantes, el fiscal general, el abogado de la nación; y el juez supremo, Arturo Zaldívar Lelo de la Rea, debería sentirse avergonzado por este trato preferencial hacia un imputado.
La justicia era una señora coja, pero con Lozoya, se quedó sin piernas.
Parafraseando al refrán: mientras más varos —varas— menos justicia.
BEBER PARA LEGISLAR.
¿Quién le hace feo a una cerveza bien fría con los 48 grados centígrados en Mexicali?
Quizá por esa razón la diputada Monserrat Caballero osó tomarse un trago de cerveza durante una sesión virtual del congreso local de Baja California. Mi duda: ¿quizá la diputada se encontraba en su casa y, en la privacidad de su oficina u hogar, no le vio mayor problema tener una cerveza a la mano?
La diputada local por el distrito XIII, de la fracción parlamentaria de MORENA, fue tendencia en los últimos días de la semana pasada porque fue captada tomando una cerveza “de la marca de la casa”, en plena jornada legislativa.
Por supuesto que no existe sanción, ni se castigará ni se apercibirá a la diputada local, ya que no está legislado el consumir bebidas embriagantes durante las sesiones virtuales del congreso local de Baja California.
La cuestión es qué sanción recibiría un trabajador si en plena jornada laboral se le ocurre realizar la acción de la legisladora de marras. ¿Qué dictamina la Ley Federal de Trabajo? Claro que la ley sólo aplica para los gobernados, pero no para quienes las hacen o beben para legislar.
ALFARO, EL DE JALISCO, LA RUTA ES ÉSA, PERO NO ES ÉSA.
En contradicciones cayó Alfaro, el Barón de Jalisco, cuando afirma que la ruta de la deuda pública es la estrategia y luego, en contradicción en contra de sus propias palabras, manifestó que la ruta no es ésa. ¿Quién me lo explica?
SINHUE, el arrepentido.
Lo bueno es que el Duque de Guanajuato ya midió el agua a los camotes y no va a permitir que los calcetines se le vayan por la coladera y ahora sí va a participar en las mesas de seguridad impulsada por el gobierno federal. Sinhue ya no siente lo duro sino lo tupido con la violencia que se embadurna y se relame en el Bajío.
Remato, parafraseando al refrán: solito (bajan los patos al agua) baja Sinhue al agua.
COVID.
¿Quién será el muerto número 40 mil?
Cuidarse, es una decisión única, personal e intransferible.
Por Benjamín M. Ramírez