El rapero Kanye West ha vuelto a echar mano de su cuenta de Twitter este miércoles de madrugada para seguir avivando la preocupación por su salud mental tras su primer y polémico mitin presidencial del pasado fin de semana.
Hace un par de días el músico aseguró vía Twitter que su esposa Kim Kardashian y su familia política estaban tratando de ingresarle en contra de su voluntad en una clínica psiquiátrica tras esa comentada intervención, en la que afirmó que la celebridad y él se plantearon recurrir al aborto cuando descubrieron que ella estaba embarazada de su hija mayor North.
Ahora se ha reiterado en sus acusaciones en esa misma red social y ha desvelado además que llevaría casi dos años deseando poner punto final a su matrimonio con la madre de sus cuatro hijos. Kanye ha insistido en que quiere divorciarse desde que Kim participó en una cumbre sobre justicia penal en noviembre de 2018, para abogar por una reforma del sistema penitenciario, en la que coincidió con el cantante Meek Mill.
Por lo que se deduce de sus tuits, que ya han sido eliminados de su perfil, Kanye considera que su mujer -a quien se refiere como su “dog” o “perro” en su traducción literal al español- estuvo fuera de lugar durante su intervención y no ha dudado en acusarla tanto a ella como a su suegra Kris Jenner -madre de Kim- de perpetuar el discurso sobre la “supremacía blanca”.
“Kim y Kris publicaron un comunicado sin mi aprobación… eso no es lo que debería de hacer una esposa”, ha alegado el músico, que firmó su alegato tuitero como “el futuro presidente” de los Estados Unidos.
Se cree que Kanye ha publicado estos mensajes desde el estudio de grabación en su rancho de Wyoming, donde este martes recibió la visita del humorista Dave Chappelle para interesarse por su bienestar.
Desde el clan Kardashian-Jenner han optado por guardar silencio ante las declaraciones de Kanye, que ha llegado incluso a comparar a su suegra -a quien presentaba como su segunda madre en una entrevista reciente a Forbes- con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, refiriéndose a ella como “Kris Jong-Un”.
Kim, en concreto, no ha actualizado su perfil de Twitter o de Instagram desde el pasado viernes, algo extremadamente raro en ella. Desde su círculo de allegados varias fuentes afirman, sin atreverse a identificarse por su nombre, que la pareja llevaría meses haciendo vidas separadas y que durante el período de confinamiento no habrían parado de discutir.