Por: Octavio Fabela
Tijuana.- Tomar clases a distancia no ha sido la mejor experiencia que pudieran llevarse en la memoria los alumnos de educación básica, pues las carencias en las que muchos se encuentran los alejan de las nuevas tecnologías, aunado a la crisis económica y laborar a la que se enfrentan los padres de familia.
Julio Adalberto Rivas es maestro de 53 niños de Sexto Grado de educación primaria, y en su mayoría viven en una colonia marginada de Tijuana, El Laurel, en donde las carencias economías son notorias a simple vista de las propias autoridades.
En esta zona, destacó el docente, no todo el alumnado tiene la posibilidad de contar con un equipo de cómputo o electrónico que les permitan tomar sus clases a tiempo, por ello ha recurrido a la repartición de cuadernillos educativos.
De su total de estudiantes que atiende en turnos matutino y vespertino, 8 no tiene acceso a internet, sin embargo, la situación afectada a todos sus alumnos.
Ante esta situación prevé que sus estudiantes saldrán de bajo rendimiento de este curso escolar, ya que estarían pasando a secundaria con condiciones no aptas y a las que no están acostumbrados, mismas que surgieron por la pandemia.
Por otra parte, Carla Jazmín Salgado, maestra también de la escuela Carta Magna de El Laurel, considera el no reprobar a sus estudiantes por un bajo rendimiento educativo, ya que dijo, esto abonaría a la depresión qué hay en los hogares.
Reconoció que han varios padres de familia que han perdido sus empleos con la pandemia, por ello no busca una afectación emocional mayor a la que pudieran estar presentando.
De los 35 alumnos que tiene en su salón de clases, tienen conexión constante 21 alumnos a través de plataformas de internet y 14 no tienen de conexión a internet.