Al grito de: “¡Lactancia libre! ¡Chichi power!”, este domingo más de 40 mujeres amamantaron a sus bebés en los jardines del Museo de Arte Moderno (MAM) para protestar porque el martes pasado un guardia de seguridad sacó del recinto a una madre que amamantaba a su hijo, con el argumento de que está prohibido consumir alimentos en las instalaciones.
Organizado por el colectivo Normalizando la Lactancia Materna, el acto, denominado Tetada, por los derechos de las madres lactantes, estaba originalmente convocado para realizarse a las afueras del MAM; sin embargo, integrantes de la agrupación y la directora del MAM, Natalia Pollak, llegaron al acuerdo de que se realizara adentro, en los jardines del museo.
De acuerdo con Chantal Escartin y Fernanda Herranz, integrantes del colectivo, luego del lamentable hecho, la idea es trabajar en conjunto con el museo, por lo que las autoridades han cambiado el reglamento e instituirán talleres de sensibilización para el personal.
La idea es que se tome de ejemplo lo ocurrido para otros museos y recintos culturales, pues el hecho provocó darnos cuenta de que todavía en muchos espacios se segrega a las madres lactantes, en el país y el mundo, explicó Herranz.
Intereses económicos de por medio
Para la activista, es una cuestión cultural y de intereses económicos. “La leche de fórmula es un mercado que ha ganado terreno a la materna; hay enormes intereses económicos de las empresas en detrimento de la lactancia natural.
“Esos intereses –destacó Herranz– tienen que ver también con los laboratorios que pagan viajes a los pediatras a distintos países a cambio de que favorezcan y ofrezcan la leche de fórmula a las madres” en consulta.
Está demostrado por la Organización Mundial de la Salud, salvo casos muy específicos, que el mejor alimento es la leche materna, explicó la joven madre.
Actualmente, agregó, la situación es difícil, porque una madre de que puede amamantar a su bebé, lo puede hacer. La ley nos protege, el artículo 26, fracción 8, de la Ley de Cultura Cívica dice que podemos amamantar libremente en cualquier lugar público; sin embargo, la realidad es otra, ya que generalmente nos dicen cosas por hacerlo, nos hacen sentir mal. Enfrentamos muchos juicios y prejuicios.
Como colectivo, informó, “estamos escribiendo una carta que será dirigida a distintas universidades con carreras médicas, en la que hacemos una llamado de atención a esas instituciones educativas, porque consideramos que esas carreras no cubren lo suficiente el tema de la lactancia; a los estudiantes se les ofrece como materias optativas.
Sentadas en los jardines del Museo de Arte Moderno, las más de 40 mamás amamantaron a sus bebés. En ese acto, Natalia Pollak lamentó que se malinterpretara el reglamento del museo y ofreció disculpas públicas por ello.
Ojalá ese hecho sea un referente para que no ocurra de nuevo. Vamos a implementar talleres de sensibilización al respecto, indicó la funcionaria.
Una madre que se encontraba en el acto reiteró el desdén social de que son víctimas las mujeres en etapa de lactancia. Luego, la tetada se trasladó del jardín a una de las salas de exposición, donde las manifestantes también alimentaron a sus bebés.