Desde Chapultepec ||Por Joatam de Basabe
Del proceso electoral
En esta columna hablaría de los actos de campaña anticipados que están realizando todas las personas que contenderán, ya sea para la gubernatura, o para las alcaldías —recordemos que la campaña para la gubernatura inicia el 4 de abril, y para las alcaldías inicia el 19, sin embargo, ya andan con todo en una especie de competencia para ver quién da más pena ajena con su estrategia para ganarse la simpatía de los votantes—, pero mejor dejaré ese tema para otra ocasión.
Intentaré explicar algunos puntos importantes de las recientes decisiones del INE, comenzando por las reglas para evitar la sobrerrepresentación y la subrepresentación en el Congreso de la Unión. Es importante mencionar que en total hay 500 diputados federales (entre todos los partidos e independientes; mujeres y hombres) y que 300 se eligen por medio del voto directo (a esos se les llama de mayoría relativa) y 200 se reparten proporcionalmente entre todos los partidos que alcanzaron por lo menos el tres por ciento de la votación (a esos se les llama de representación proporcional).
El artículo 54 de la Constitución mexicana estipula que “en ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios (representación proporcional y mayoría relativa) que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida”. Dicho de otra manera, si por ejemplo un partido recibe el 50 por ciento de los votos emitidos, no podrá tener más del 58 por ciento del total de diputados.
Sin embargo, Morena actualmente tiene el 15 por ciento más diputados que los votos que obtuvo en 2018, es decir, en las últimas elecciones federales obtuvo el 37 por ciento de los votos, pero hoy en día acapara el 52 por ciento de los representantes en el Congreso; a eso se le llama sobrerrepresentación, y es anticonstitucional.
¿Cómo se logra esa representación? La respuesta es sencilla: haciendo trampa. Basta con que Morena disfrace de PT o de Partido Verde a sus candidatos, para que obtengan un lugar en el congreso, pero una vez que toman posesión “se cambian de partido”, al que en realidad pertenecían. El INE lo único que dijo al respecto es que se verificará que todos los candidatos en verdad sean militantes del partido al que dicen pertenecer al momento del registro y después.
Sin embargo, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, en un acto de autoincriminación, salió a rasgarse las vestiduras y decir que impugnarán dicha decisión del INE, y tachó de Prianistas a los consejeros del instituto. Con ese acto lo único que deja en claro es la intención de hacer trampa, intentar violar la constitución, y una ambición desmedida por seguir teniendo todo el poder en el Congreso de la Unión.
“Si un partido o coalición obtiene un número de legisladores muy por arriba de lo que el voto ciudadano le otorgó, al mismo tiempo se reduce de forma artificial en el parlamento, el respaldo ciudadano que se dio a otros partidos o coaliciones. Se trata, como bien señala el diccionario electoral del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, de un daño al principio básico de la democracia representativa del voto igual, una persona un voto”, señala el comunicado del INE.
Andrés Manuel López Obrador ya se quejó también de esta observación del INE, y es de esperarse que aproveche para hacer una persecución política contra su consejero presidente, y acabar con el instituto, ya que también les negó la candidatura de Félix Salgado Macedonio, y no por las denuncias de violación sexual, sino por irregularidades en los gastos de precampaña. Entre otros tantos precandidatos de Morena, que también están ahorita imposibilitados para registrarse por “trácalas”.
Tiempos oscuros se acercan, más oscuros que los últimos tres años, siguen dinamitando las únicas instituciones que ponían un poquito de freno e imparcialidad a los arrebatos hegemónicos de Morena, y en estos meses vamos a ver de todo. Sin ánimos de jugarle al brujo, vamos a ver rodar cabezas en sentido figurado y literal, porque la ambición del poder de estos sujetos no tiene límites.
*Joatam de Basabe es comunicólogo y periodista, con más de una década de trayectoria en los medios de comunicación (radio, periódico, televisión e Internet). Actualmente es secretario de la Asociación de Periodistas de Ensenada y reportero de Televisa Californias.