Desde Chapultepec|| Joatam de Basabe

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De la Navidad Covid

La semana pasada Ensenada (incluyendo su zona Sur) rebasó la cantidad de 600 casos de Covid-19, hubo días que la cifra de casos activos estuvo por arriba de 200 en la ciudad, y cada vez hay más personajes conocidos de este municipio que se contagian o mueren a causa del coronavirus.

La razón diría que se debe cancelar a toda costa todo tipo de reuniones, pero los mexicanos somos fiesteros por naturaleza, como explica Agustín Basave en su libro acerca de los fundamentos de la mexicanidad, el mexicano busca siempre el calor cordial, porque no le gusta la soledad.

Ahora que estuve en Jalisco, me pasé la mayor parte del tiempo encerrado en casa de mi hermano, en una unidad habitacional muy mexicana. En una de las casas vecinas hay un mural de la Virgen de Guadalupe, y todas las tardes se junta gente para rezar.

La noche del 11 de diciembre, en vísperas de la festividad guadalupana, hubo una fiesta a lo grande, con música de banda, danza y por supuesto comida: ponche caliente, buñuelos y menudo. Esto dejó de manifiesto que la pandemia pasa a segundo término cuando la fe y las tradiciones están de por medio.

Esta semana se llevará a cabo la celebración de la Navidad, y con ello la tradicional cena de nochebuena, ritual que generalmente reúne a las familias e involucra el contacto físico, los abrazos, la plática, las risas y en resumen representa el momento idóneo para la propagación del coronavirus.

Una semana después, llegará también el Año Nuevo, y con ello la tradicional celebración de la noche de año viejo, que generalmente involucra beber y beber como los peces en el río, factor que propicia que se pierdan las distancias, las precauciones y en definitiva también propiciará el contagio de la Covid-19.

Más allá de promover la cancelación de las reuniones, cosa que no va a pasar en la mayoría de los hogares, es importante promover las medidas sanitarias pertinentes para evitar defunciones masivas a inicios del año entrante.

El gobierno del estado de Baja California Sur publicó un protocolo para los festejos decembrinos, mismo que incluye una lista de medidas a considerar al momento de llevar a cabo las reuniones familiares.

En uno de los puntos señala que “se debe privilegiar que la posada, festejo navideño o de fin de año sea en compañía de las personas que conforman el núcleo familiar de convivencia cotidiana, con un máximo de 15 personas asegurando sana distancia”, ya que la distancia y la desinfección son aspectos clave para evitar los contagios.

Otro de los apartados menciona que “cada asistente a la posada, festejo navideño o de fin de año debe hacer uso obligatorio de cubreboca y de preferencia, contar con gel antibacterial de bolsillo para uso personal durante el evento familiar”, haciendo hincapié en que el cubreboca sólo se debe quitar al momento de ingerir alimentos, y colocar de nuevo de manera inmediata.

Estas sencillas normas pueden salvar la vida de muchas personas en estas celebraciones, sin embargo, muchas personas se negarán a llevarlas a cabo por distintos motivos: algunos porque no creen en el virus, otros porque piensan que a ellos no les va a pasar y otros más porque simplemente prefieren vivir sin restricciones aunque eso les cueste la vida.

Para asegurar que las medidas sanitarias se implementen, se sugiere que haya un “inspector designado” en cada hogar, es decir, una especie de embajador de las buenas prácticas sanitarias, para fomentar que se respeten y cumplan las medidas antes mencionadas, aunque claro, probablemente recibirá insultos, burlas o por lo menos malas caras.

En fin, felices fiestas y que prevalezca la salud en todos los hogares.

Joatam de Basabe es comunicólogo y periodista, con más de una década de trayectoria en los medios de comunicación (radio, periódico, televisión e Internet). Actualmente es secretario de la Asociación de Periodistas de Ensenada y reportero de Televisa Californias.

 

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