Desde Chapultepec ║ Por Joatam De Basabe
DE LA INSEGURIDAD EN LA MACROPLAZA
Durante los últimos meses la Macroplaza de Ensenada se ha convertido en un sitio de alto riesgo. Cristalazos al por mayor, robo de vehículos y de comercios a mano armada, y el sábado hasta el cadáver de una mujer encobijada encontraron en la esquina de la avenida Pedro Loyola y calle Hierro.
Esta es una situación alarmante por varios motivos. En primer lugar es quizás la plaza más concurrida de Ensenada. En segundo lugar, al parecer no hay vigilancia interna suficiente ni cámaras de seguridad. En tercera, según parece, no se ha puesto en marcha ningún plan de acción o protocolo para atender esta situación, por parte de las corporaciones policíacas.
Hace poco, una persona cercana fue al VIPS que se encuentra justo en esa plaza comercial, se bajó cinco minutos a recoger una comida que pidió para llevar, y al volver a su vehículo ya le habían quebrado el vidrio y se habían llevado su laptop recién comprada, que además contenía información valiosa de su trabajo.
Días después Carlos Ibarra Aguiar, recién nombrado asesor ejecutivo del alcalde de Ensenada (puesto que se sacaron de la manga para tenerlo en la nómina), aseguró públicamente que los ciudadanos son quienes provocan los robos por dejar objetos de valor en sus vehículos.
Una semana después de esa desafortunada declaración, el Gobierno Municipal llevó a cabo un evento para entregar reconocimientos a los policías que realizaron actos sobresalientes dentro de sus labores. Uno por ejemplo, según se dijo en la ceremonia, logró frustrar un robo a mano armada en una tienda Oxxo, y además logró evitar la violación sexual de la cajera, ya que el ladrón también la amenazó con pretender cometer ese delito.
En fin, mientras los policías y el alcalde estaban en ese evento, en Palacio Municipal, a unas cuadras, en la Macroplaza, se estaba cometiendo un robo a mano armada en el local de Telcel, de donde se llevaron celulares, además de asustar a todos los presentes. Y esto fue en plena mañana, antes del mediodía. En este caso no sé qué opinaría Carlos Ibarra, ¿será acaso que los comerciantes provocan los robos por tener mercancía en sus puntos de venta?
Al final del evento le pregunté al alcalde si tenían un plan para frenar esta ola de robos a mano armada y contestó con un discurso de esos que dicen mucho y nada, que se puede resumir en que no existe un plan.
Ahí mismo en la Macroplaza, el pasado viernes, un par de adolescentes robaron un Mustang a mano armada. Según la versión de la propia víctima (mujer), fue encañonada en el pecho y despojada de su vehículo modelo 2010. Los delincuentes se dieron a la fuga sobre la avenida Reforma, con dirección al sur.
Gracias al reporte oportuno de la víctima a la línea de emergencias, y que andaba una patrulla libre en la zona, fue que se logró dar la persecución que finalizó en Maneadero con la detención de los dos menores de edad, uno de 16 y otro de 17 años. Como daños colaterales algunos vehículos fueron chocados, entre ellos una motocicleta, en la que se transportaba una pareja (hombre y mujer), ambas personas amigas de un servidor.
¿En este caso tendría la culpa la señora por salir a hacer sus compras a la Macroplaza? ¿Las personas chocadas por andar transitando en sus vehículos? ¿O será acaso la autoridad municipal la encargada de la prevención de delitos?
Estas tres anécdotas no hablan más que de una cruda realidad: la violencia y la inseguridad de esta ciudad nos afecta a todos y está hasta en los lugares más concurridos. En esos espacios que no podemos dejar de frecuentar. No por nada somos el octavo municipio más violento del país, según informó el propio secretario de la Marina Armada de México la semana pasada.
*Joatam de Basabe es comunicólogo y periodista, con más de una década de trayectoria en los medios de comunicación (radio, periódico, televisión e Internet). Actualmente es secretario de la Asociación de Periodistas de Ensenada y reportero de Televisa Californias.