Desde Chapultepec ║ Por Joatam de Basabe
La semana pasada el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, acudió a Palacio
Nacional, acompañado del alcalde de Ensenada, Armando Ayala Robles, para visitar al
presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
La visita se da en el marco de los “destapes” de aspirantes para la gubernatura de esta
entidad, para la cual ya manifestaron públicamente su intención de contender, por Morena,
Mario Escobedo Carignan y Arturo González Cruz, mientras que Armando Ayala permanece
dando mensajes confusos al respecto.
Lo cierto es que para Jaime Bonilla sería muy conveniente que quien ha sido su empleado
durante décadas, Armando, fuera el próximo gobernador del Estado, ya que se cumpliría su
sueño de extender su mandato, cosa que no pudo lograr con la fallida “Ley Bonilla”.
Recordemos que Jaime se ha dejado ver como una persona con Síndrome de Hubris, la
llamada “enfermedad del poder”, que hace que las personas sean soberbias, arrogantes,
egocéntricas, temerarias, megalómanas, orgullosas, narcisistas e impulsivas, por mencionar
algunas características.
Tomando en cuenta lo anterior, es fácil de pensar que hará lo que sea por continuar en
puestos de poder dentro de la política, y aunque al terminar la gubernatura aún le quedarán
tres años de su senaduría, que abandonó a los meses de tomarla, sabemos que una curul
en la cámara alta no satisface su hambre de poder.
Esto nos lleva al tema del que se ha especulado en días pasados: más allá del anhelo de
gobernar el estado por medio de alguien más, ¿cuál podría ser el siguiente puesto que lo
haga sentir importante y poderoso? ¿Algún puesto en el gabinete de Andrés Manuel? ¿O ya
de a tiro está pensando en contender por la presidencia en 2024 y ser el sucesor de López
Obrador?
La idea, aunque alocada y escalofriante, no es del todo improbable si tomamos en cuenta
que ha vivido en una campaña permanente durante todo su gobierno, por medio de su
transmisión matutina diaria, misma que le cuesta un dineral a los bajacalifornianos, ya que
para ello contrata a una empresa externa, que dicho sea de paso, se dice que es una filial
de su empresa PSN.
Pero regresemos al punto, Bonilla no ha dejado de promocionarse, tan es así que su página
personal de Facebook tiene casi un millón 800 mil seguidores, mientras que la página del
Gobierno de Baja California apenas ronda los 100 mil likes, al igual que el Facebook de la
Secretaría de Salud del Estado.
La diferencia abismal en el número de seguidores entre la página de Jaime y la página
oficial del Gobierno del Estado, no sólo es porque desde ahí hace las transmisiones en vivo,
es porque le invirtió cientos de miles de pesos en publicidad pagada a Facebook.
Si usted ingresa a las tres páginas antes referidas, en la sección de transparencia podrá
verificar que en el Facebook de Jaime se pagaron 300 mil pesos de publicidad durante el
presente año, mientras que en las otras páginas no se invirtió ni un peso.
Invertir dinero público en una página que es de él desde 2012 y seguirá siendo de él
después de dejar el cargo, es tanto como invertir recursos del erario en arreglar su casa, en
vez de mejorar las oficinas del Centro de Gobierno.
Pero aún hay más en la mencionada sección de transparencia de la página, resulta que el
público meta del anuncio que pagó Jaime no era el bajacaliforniano, sino todo el país,
siendo así que el anuncio se mostró sólo cinco por ciento de las veces en este Estado, y el
95 por ciento restante en las demás entidades del país.
Para finalizar sólo me resta señalar que el número de likes que tiene Bonilla en su página,
es la cuarta parte de los likes que tiene Andrés Manuel López Obrador, quien abrió su
Facebook desde años antes que Bonilla, ha recorrido el país completo en varias ocasiones
y sin duda es la persona más popular de México en la actualidad.
*Joatam de Basabe es comunicólogo y periodista, con más de una década de trayectoria en
los medios de comunicación (radio, periódico, televisión e Internet). Actualmente es
secretario de la Asociación de Periodistas de Ensenada y reportero de Televisa Californias.