Cuando el agua es de color azul: La K inertida en BC; Evo no estás solo, carajo.
La noche de los Nahuales
Por Benjamín M. Ramírez
He padecido la sed hasta casi desfallecer.
«—Ahí habrá agua —me dijo.
Ese día mi madre me ordenó ir acompañarla para buscar leña. Teníamos la seguridad de que la noria en la parcela estaba rebosante de agua. Era la época estival del año. El sol, abrasador, agotaba a todos por igual. Tiempo de la canícula.
«—Ve por agua —me pidió.
Me dirigí al pozo artesiano. El cuerpo reclamaba ser hidratado. Mi sorpresa fue mayúscula cuando descubrí que el pozo estaba casi seco. Le dije a mi madre a gritos que no había ni una gota del vital líquido. Ella se acercó pensando que era una broma, un chantaje pueril.
«—Tienes que bajar. Debes hacerlo con cuidado. No te caigas ni te rompas nada —aseveró.
Bajé a la profundidad del pozo. El recipiente apenas recuperó dos o tres sorbos. El olor pútrido y sabor repugnante eran fuertes, pero con la sed a cuestas teníamos una situación de vida o muerte: la carga y la distancia hacían peligrar la existencia misma. No he visto a nadie morir de sed.
Jamás volvimos al campo sin una cantimplora, un tecomate, una garrafa, una redoma o un sifón.
En Tijuana y otros municipios de Baja California estaremos con el “Dios me ampare” ante los anuncios de las dependencias controladoras del agua, la CESPT, por el tandeo y la suspensión del servicio del agua potable. Con razón o sin ella, con argumentos sólidos o falacias, dejarán sin el suministro del vital líquido a miles de familias.
Hasta el precio de los tambos almacenadores de agua se ha incrementado. Cuestión de oferta y demanda. Quienes sufrirán por la suspensión del servicio anunciado por la CESPT serán, como siempre, los más desfavorecidos.
Quienes cuentan con los recursos para almacenar agua saben que lo anterior no es un problema. Probablemente ya tienen o han construido recientemente un aljibe, una cisterna o un pozo, o simplemente han instalado un sistema comercial de almacenaje de agua. El problema siempre lo ha padecido el pobre que no posee el espacio ni los recursos suficientes para poder almacenar agua para los servicios más indispensables.
Sin embargo, el tandeo y la suspensión en el suministro del agua me parecen sospechosos. Quizá la CESPT quiera convertir a Tijuana y municipios circunvecinos en Capadocia en la frontera. Hacer realidad la serie televisiva de hace más de tres años. Ya nos asustaron con la mortandad en la presa Abelardo L. Rodríguez y la disminución del volumen en la presa del Carrizo. Lo anterior sólo es una mera conjetura, una suposición, una corazonada.
Si lo es, entonces estamos en la antesala de una guerra por el agua.
Lo cierto es que no hay agua y que la situación será más recurrente conforme se vayan agotando las opciones. Una de ellas, incluso mejor que la instalación de las plantas desaladoras pugnada por el sexenio de Kiko Vega: la construcción de pozos costeros, mínima inversión y máximo aprovechamiento del recurso hídrico, garantizando incluso un suministro igual que el brindado por el río Colorado.
El proyecto del Canal Todo Americano, CTA, puede agudizar el problema y reducir el plazo en los tiempos de estiaje esperados. Éstos, pueden anticiparse. Y la falta de fondos económicos, al igual que las fallas en el sistema de bombeo, me dejan pensativo.
La CESPT te suspende el suministro del vital líquido por un adeudo irrisorio o al tercer recibo vencido. Y el corte siempre es en un fin de semana. El deudor puede quedarse sin agua, incluso, hasta diez días, más, si se atraviesan días festivos.
No sucede así con los grandes emporios y sus cuantiosas deudas en sus recibos de pagos mensuales por el vital líquido. Aunque siempre existirán organismos como “Borrón y Cuenta Nueva” que los redima de sus irresponsabilidades. También persiste el ingenio del insolvente que recurre a cuantas artimañas posibles con la finalidad de evitar o reducir el pago por el consumo de agua.
También está el premio para los morosos con decretos para estar al corriente en contra del usuario cumplido que mes con mes paga puntualmente su recibo.
El problema por falta de agua la padecen, incluso, las grandes ciudades asentadas en las riberas de los ríos más caudalosos de México: una contradicción líquida.
¿Defenderemos los sorbos de agua, incluso a punta de balazos? ¿Constituyen los primeros pasos para la privatización del vital líquido como ocurrió y puede volver a ocurrir en Bolivia? ¿Son acciones soterradas para incidir en la inconformidad ciudadana ante un cambio en la administración pública estatal? ¿Te dejo sin agua hoy para que votes por mí mañana? Suena maquiavélico.
No olvidemos que en Baja California un bastión importante e imponente son los organismos controladoras del agua y estos militan en un partido de un color azul. Constituyen en sí mismos, una especie de hermandad, una cofradía. El agua, por antonomasia debe ser incolora, insabora e inodora: sin color, sin sabor, sin olor. Quisiera estar equivocado, pero el agua es vital, pero por ella se ha matado y aniquilado poblaciones enteras.
Que la bomba no sirve y tardará mucho la reparación de la misma: creo que nos encontramos en un sitio privilegiado de la frontera. O que se solicite a través de los servicios de tiendas en línea. ¿Y si se compra otra bomba? Ya se escucha “aguachicol”, el huachicol del agua. La misma historia de la K invertida que padeció la CDMX en la administración de EPN.
Lo cierto, y lo es, es que cientos de colonias se han quedado sin agua por semanas. Que el pago a la pipa del agua se eleva de forma estratosférica. Que no existe preocupación por las colonias marginadas y sus problemas, salvo en tiempo de elecciones.
En otro tema, pasando a la situación preocupante en la hermana República de Bolivia, el golpe de estado en esta nación andina es inadmisible. El presidente Evo Morales convocó a nuevas elecciones. Si en verdad el pueblo estaba harto se vería reflejado en las urnas.
El problema es que las elecciones se ganan con votos y una gran mayoría apoya al líder que sacó adelante al país más pobre de Latinoamérica, el presidente que nacionalizó los hidrocarburos y le dijo ¡No! a los buitres del neoliberalismo y convirtió a la nación del cóndor en el país de mayor crecimiento.
Y las aves de mal agüero ya tienden los delgados y delicados hilos de la extrapolación política a México. Ignoran estos vende patrias que un país entregado en brazos del FMI, del BID, de la OEA, es un país salvajemente saqueado por la ambición de los grandes capitales.
Sí al neoliberalismo rapaz e inmisericorde cuando los ricos lo pregonan desde sus púlpitos de poder. No, cuando una nación al borde del colapso puede salir adelante sin las deudas impagables de los dueños del dinero que exigen privatizar hasta el chorrito de agua que sale de la piedra al pie de la montaña.
Hermano Evo: ¡No estás solo, carajo!
Evo: Le diste un lugar al indígena, al desposeído, al discriminado. Luchaste contra el poder y el dinero. Y renunciaste para evitar la confrontación y el derramamiento de sangre entre hermanos.
La historia te juzgará, como el padre de la nación Latinoamericana.
Hermano Evo: ¡No estás solo, carajo!
¿La OEA le exigirá lo mismo a Bolsonaro, a Daniel Ortega y a Piñera, lo mismo que a ti, Evo?