Los funcionarios de salud siguen emitiendo guías apropiadas sobre las mejores maneras de usar y disponer de las protecciones faciales después de que se han vuelto obligatorias en por lo menos la mitad de los estados de la Unión Americana en un intento de mitigar la propagación del coronavirus.
Estudios recientes han mostrado que los requerimientos obligatorios de cubrebocas —políticas que han suscitado ira en algunos estadounidenses— proveen una barrera sencilla para evitar que gotas respiratorias potencialmente infecciosas tengan contacto con otros.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomiendan que las protecciones de tela se laven después de cada uso, según su sitio web.
Johns Hopkins Medicine recomienda lavar el cubrebocas cada vez que su usuario vaya “a un lugar donde conservar un distanciamiento físico constante” es difícil, incluido el transporte público, la tienda de abarrotes o un consultorio médico.
Aun cuando los expertos todavía debaten la manera más efectiva de cubrirse el rostro, los cubrebocas de tela son el tipo más eficiente en costo y accesible.
Otros tipos incluyen los respiradores N95 y cubrebocas desechables de calidad quirúrgica, pero los funcionarios de salud les han pedido a los estadounidenses que les dejen estos a los profesionales de salud.
Ryan Sinclair, un profesor asociado de microbiología ambiental en la Universidad Loma Linda, dijo que si investigación indica que la tela, si no se desinfecta apropiadamente, es portadora de bacterias y virus.
“Como no sabemos con qué gérmenes hemos estado en contacto o por cuánto tiempo los gérmenes han estado activos en las fibras de la tela, es crucial lavar con regularidad, desinfectar y secar los cubrebocas reutilizables”, dijo Sinclair en un comunicado de prensa. Él añadió que los patógenos pueden vivir en la tela hasta 12 horas.
Los cubrebocas se pueden lavar en una lavadora junto con tu ropa común, aconsejaron los CDC.
“Usa detergente común para ropa y la configuración de agua más caliente pero apropiada para la tela utilizada para hacer el cubrebocas”, dicen las guías de los CDC. También se pueden lavar a mano usando una solución comercial de lejía.
Para secar un cubrebocas de tela, usa una secadora de aire o la configuración de calor más alta de la secadora de ropa.
Alabama es el estado más reciente que ha emitido un requisito de cubrebocas a nivel estatal al estar en público.
La gobernadora Kay Ivey firmó el decreto este miércoles después de que funcionarios de salud estatales reportaron más de 56,000 casos de coronavirus y más de 1,100 muertes el 14 de julio.
Tres altos funcionarios de los CDC dijeron el martes que la investigación científica sobre los cubrebocas muestra que protegen tanto a quien los usa como a otros del coronavirus.
“Aun cuando el uso comunitario de cubrebocas ha aumentado considerablemente, sobre todo en jurisdicciones con órdenes obligatorias, la resistencia continua”, escribieron en un editorial conjunto Robert Redfield, director de los CDC; John Brooks, jefe médico, y Jay Butler, director adjunto de enfermedades infecciosas.
El editorial, publicado en JAMA (anteriormente The Journal of the American Medical Association), explicó que ahora hay “amplia evidencia” de que las personas asintomáticas están propagando el virus principalmente, y “tal vez sean el eje impulsor crucial y necesario para mantener el ímpetu epidémico”.
Los CDC han enfrentado críticas por sus mensajes sobre la necesidad de los cubrebocas para ayudar a detener la propagación del coronavirus.
A principios de abril, los CDC habían recomendado cubrebocas de tela para el público general, pero previamente en la pandemia se había recomendado lo opuesto, diciendo que solo los proveedores de salud y quienes estaban enfermos de gravedad necesitaban usar los cubrebocas.
Durante una conferencia de prensa el 3 de abril, Jerome Adams, director general de salud pública, aceptó que las guías del gobierno federal sobre los cubrebocas “han sido confusas para el pueblo estadounidense”.